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Toulouse - Journées Nationales 2003

Las tabletas de la locura

Tratamientos de las psicosis día tras día

La encuentra es siempre única para el médico que se propone responder al tratamiento de un paciente que le toma por testigo de sus certidumbres imcompartibles o de su perplejidad indecible.

Las prácticas clínicas nos enseñan que un " mayor bienestar clínico " no rima siempre, sin duda alguna, con un " mayor bienestar psíquico " para los sujetos psicóticos quienes encarnan, a veces hasta el drama, el vértigo existencial. Es aquí, en este hilo frágil tensado entre objetividad de la nosografía y subjetividad del psíquico, que las modalidades terapéuticas de la psicosis pueden inscribirse eventualmente.

Un de los objetivos en juego para el psiquiatra es, a menudo, hacer surgir en el paciente una demanda, o al menos un interés, mientras el primer contacto se origina en los tratamientos coercitivos (Hospitalización de Oficio, Hospitalización por Demanda de un Tercero, mandato terapéutico judicial…) Aunque los psiquiatras intentan a veces negarlo u olvidarlo, la psiquiatría esta todavía en relación, de cerca o de lejos, con su misión histórica de mantenimiento del orden social. Hace ya medio-siglo que los neurolépticos han modificado los modos de contención ideíca y comportamental de los pacientes. En el mismo tiempo, contribuyeron también y de manera importante, al despliegue de psicoterapías institucionales y de enfoques psicoanalíticos de las psicosis. La eventualidad de un trabajo psí, ¿ no presupone la posibilidad para el paciente de concentrar parte de su energía psíquica en su proprio cambio ?

El desarrollo importante de las neurociencias y sus aplicaciones terapéuticas eventuales, ofrece gran interés para la evolución de la prácticas psiquiátricas a condición que se indique cuales son los intereses realmente clínicos, los límites y las desviaciones. Por el psiquiatra privado como por los demás, no hay acceso terapéutico a la psicosis sin considerar con atención la imbricación de los numerosos campos espistemológicos que están implicados en esta. Que sea jurídico, social, político, económico, biológico, psicológico y aun psicoanalítico, ningún de estos campos puede ser considerado aisladamente por el psiquiatra, sin que se corra el riesgo de reducir al sujeto psicótico a un contrasentido. Una controversia de los campos implicados nos parece el único modo posible para abordar los tratamientos de las psicosis y, con este fin, nos parece que sólo la clínica cotidiana de las psicosis, caso por caso, puede llegar a sostener esta controversia.