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Belfort - Journées Nationales 2005

Psiquiatra y ciudadano

La función política del psiquiatra

El concepto de igualdad de derechos parece transformarse progresivamente en una reivindicación de igualdad de « bienestar », corolario de un « tener todo » consumista. Esta tendencia accompaña la explosión de numerosas manifestaciones patológicas. Por consiguiente, el psiquiatra está cada vez más a menudo convocado para responder a dos cuestiones recurrentes: ¿ Sufre el individuo de su inadaptación social ? ¿ O bién proyecta él su sufrimiento y su demanda en este campo ?

 El psiquiatra beneficia de un puesto de observación privilegiado, abierto hacia lo íntimo del paciente. Su formación le permite dar cuenta de los motivos psicodinámicos o psicopatológicos implicados en las reacciones de adaptación o de descompensación asociadas a cambios sociales radicales. Sin embargo, esta competencia, muy reconocida, y específica del psiquiatra está a menudo desviada e incluso reducida a su sola función de peritaje.

 El mando social se vuelve cada vez más apremiante. El psiquiatra se encuentra entonces solicitado para modificar el comportamiento individual de manera la más rápida, la más eficaz y con el menor coste. A la independencia del médico y a su invención terapéutica, se las impondría protocolos de cuidado intentados, por caricaturizar, para una legión de clones reducidos a su dimensión molecular y a sus reflejos comportamentales.

 ¿ Puede ser que el paciente —buscando a un interlocutor que pueda acompañarle y escuchar la singularidad de su sufrimiento — vuelva a ser el objeto de cuidados estandarizados para cumplir con normas decididas por el cuerpo social ? Volverá el psiquiatra a ser sólo un relevo sometido a una buena dirección administrativa ? O al contrario, ¿ va a continuir su trabajo específico con el riesgo que se le saque del campo social ?

 En nuestra función como cuidador y perito, ¿ no es necesario que cuestionemos nuestra clínica y nuestra práctica frente a la evolución de la sociedad y a las demandas que nos envía ? Entre la demanda por cuidados médicos y el mando social, entre la responsabilidad médica y la responsabilidad ciudadana, ¿ dónde se puede colocar el cursor para que el psiquiatra, y en particular el psiquiatra privado, no traicione el contrato tácito que le une a sus pacientes: garantizar la posibilidad que a cada uno de ellos, se le escuche y se le deje aceso a los cuidados médicos adaptados.